domingo, 29 de diciembre de 2013

El juego en el desarrollo del niño

Aunque el ser humano está programado para experimentar con diferentes formas de juego a lo largo de la vida, en ninguna como la infancia este tipo de actividades forman parte integral del proceso del crecimiento personal.

 Aprovechando las fechas navideñas en las que estamos, en este artículo os vamos a mostrar las pautas y recomendaciones para seleccionar el juguete que se adapte mejor al niño.


Etapas de desarrollo de los niños y los juguetes

El desarrollo del niño pasa por varias etapas, cada una de ellas  con necesidades de acuerdo a su desarrollo, aunque el ser humano esté programado para experimentar con diferentes formas de juego a lo largo de la vida, en ninguna como la infancia este tipo de actividades forman  parte integral del proceso de crecimiento personal, por ello el tiempo dedicado a ello debe ser una parte importante del día.

Es importante tomar en cuenta que las edades de esta etapa son orientativas y que el desarrollo del niño es único, por lo que hay que tomar en cuenta su desarrollo para la selección del juguete.

De 0 a 6 meses: juguetes que presenten muchos contrastes de colores, texturas y sonidos. Necesita juguetes que le ayuden a descubrir su cuerpo y a distinguir diferentes texturas, formas y colores. Los sonajeros, móviles de cuna, muñecos de goma, mordedores, alfombras con actividades, etc.

De 7 a 9 meses: el bebé empieza a explorar los objetos y a reconocer voces. Además de los anteriores se debe incluir juguetes con movimiento, como muñecos de trapo, juguetes sonoros, tentetiesos, balancines y andadores, juguetes de baño.

De 13 a 18 meses: empiezan o saben andar y reconocen las propiedades de los objetos. Una buena opción es incluir juguetes de construcción, cubos para encajar y apilar, las bicicletas con ruedas y los cochecitos.

De 19 a 24 meses: los niños a esta edad hablan y comprenden, empiezan a descubrir su entorno. Los juguetes para esta etapa, además de los de movimiento, deben ser aquellos que sirvan para expresarse, como pizarras, pinturas, instrumentos musicales..

De 2 a 3 años: empiezan a tener curiosidad por los nombres e imitan escenas familiares, por los que hay que proporcionarles juguetes de imitación que les ayude a simular la vida real. En esta etapa están las palas, rompecabezas, construcciones, instrumentos musicales, plastilina, triciclos, vestidos, cochecitos, sillitas y teléfonos de juguete.

De 3 a 5 años: los niños empiezan a preguntar, a aprender canciones y a jugar con sus amigos. Patines, zancos, triciclos, títeres, cuentos, muñecos, puzles, encajables de piezas y juegos electrónicos de preguntas y respuestas sobre letras, números, reconocimiento de sonidos.

De 6 a 8 años: la sociabilización aumentan y sienten la necesidad de sentirse acompañado de sus iguales y compartir con ellos sus experiencias, juegos y actividades. Aumenta el interés por los juegos simbólicos y de reglas, los juegos que le ayuden a ampliar sus conocimientos o practicar los que ya tienen o despiertan su interés, ya que es la edad  en que preguntan todo, Bicicletas, patines, zancos, marionetas, juegos de imitación de oficios, juegos de imitación de la vida diaria, trenes, juegos de manualidades, puzles de más de 50 piezas, juegos de preguntas y de respuestas, de memorias, de lotos, de habilidades, dianas con dardos o deportivos.

De 9 a 11 años: la curiosidad de los niños se convierte en ansias de conocimiento y  los niños prefieren relacionarse entre sí y comparar las habilidades que han ido adquiriendo a través de juegos de grupo, los juegos de reglas son los que realmente acaparan su interés. Puzles, mosaicos, construcción de modelos a escala o que reproduzcan con todo detalle, juegos de creación artística, juegos de magia, científicos, de memoria, de deducción, estratégicos, de vocabulario y conocimientos, juegos clásicos de damas, parchís, dominós, tres en raya, etc.

Más de 12 años: hasta ahora el niño ha podido probar muchos recursos lúdicos y empieza a construir su propia identidad, ahora en función de sus intereses y de los de su círculo de amigos y amigas dedica su tiempo a juegos cada vez más complejos.
Experimentos científicos, modalismo, puzles de más de 500 piezas, juegos de mesa complejos y de habilidades, juegos de rol, etc.

Recomendaciones generales para comprar un juguete

Hay una serie de elementos que tenemos que tener en cuenta a la hora de seleccionar un juguete para los niños, tanto seguir las recomendaciones de edad del fabricante pero también tener en cuenta las necesidades del niño.

-El juguete se debe responder a las necesidades del niño y su personalidad.
-Que el juguete permita la imaginación y que sea el niño el protagonista  y crear su propio juego.
-El juguete debe ser simple, el niño ya aumentará su gama de usos.
-No adquirir el juguete por capricho del niño.
-No utilizar como premio
-Juguetes que fomenten la relación entre padres e hijos.
-Comprar juguetes que cumplan la normativa de seguridad.
-Tener en cuenta que el exceso de juguetes no promueve las fantasías y produce aburrimiento.
-El mejor juguete no tiene por qué ser el más caro.

¿Qué es y para qué sirve jugar?

El juego constituye una vía mediante la cual el niño ensaya la forma de actuar en el mundo. En la actividad lúdica, el pequeño participa de una experiencia de todo única.

En la vida del niño, la principal actividad, a la que dedica más tiempo, y sobre todo, más ganas, energías e ilusión, es el juego. En la actividad del juego, el niño o niña articula conocimientos, emociones, sentimientos y relaciones interpersonales, en una experiencia única.
Todos los especialistas coinciden en el valor psicopedagógico del juego en la infancia. El juego posibilita un armonioso crecimiento del cuerpo, la inteligencia, la afectividad y la creatividad.

La relación del juego con algunas de estas facetas lo convierte, lo primero, en un medio de socialización, expresión y comunicación, con el que  el niño supera su egocentrismo, fija relaciones con sus iguales y aprende a aceptar puntos de vista distintos al propio.


Los primeros tres años del ser humano es una de las etapas más creativas donde el juego resulta fundamental.

Un buen juguete no es neutro, sino que debe estimular la imaginación para desencadenar los mecanismos del niño y enriquecer el juego, favoreciendo la interacción. El mismo juguete cambia de acuerdo a la edad del niño, digamos que crece con él o la forma de utilizarlo con finalidades diferentes, y este proceso se hace distinto para cada uno de ellos.

¿Juguetes para niños y para niñas?

Es la falsa creencia de que las niñas juegan a muñecas y los niños al fútbol. La creencia de que existen juguetes para niños o para niñas es una visión muy radical.

El problema no es el juguete que selecciona el niño, sino la interpretación que hacen los adultos de elementos como la taza de té, la muñeca o el carro. “El ser humano ve con más naturalidad que un joven use un pendiente hoy, pero hasta hace poco era etiquetado de manera ofensiva por direcciones sociales o de machismo”. Esto prueba que los entornos, las épocas y las modas tienen que ver en el proceso psicológico de los niños.

Los juegos no determinan ni el comportamiento sexual ni el género de los menores de edad. “Es verdad que los juguetes influyen en su vida, pero la misma manera que una película o la actitud de la madre frente al embarazo de la vecina. El niño está expuesto a 2.500 estímulos distintos”, explica el especialista del Centro de Psicología  y Sexología del Caribe.

¿Videojuegos nocivos para los niños?

Haciendo un uso responsable y moderado como con cualquier otro aparato, para nada. Es más, es un elemento  beneficioso que ayuda a estimular la imaginación, los reflejos y el cerebro. Pero reiteramos siempre que se vigile el tiempo dedicado a ellos, evitando el sedentarismo, el aislamiento social o la interacción con otros niños o la familia.

Lamentablemente las consolas, como la televisión, son el elemento fácil para mantener ocupado al niño y que los padres “pueden hacer sus cosas”, hay que vigilar que los juegos promuevan la creatividad y la cooperación en niños.

Se sugieren ocho pautas para limitar el tiempo de uso de los videojuegos:

1-      No utilizar los dispositivos para callar al niño.
2-      Marcar los horarios de uso y respetarlos.
3-      Moderar la compra de videojuegos
4-      La consola es de los padres
5-      Ofrecer actividades alternativas en casa
6-      Programar salidas al aire libre
7-      Padres compañeros de juegos
8-      Promover las relaciones con niños de su edad sin aparatos electrónicos


¿Juguetes para jugar solo?

Jugar en familia ayuda a construir una relación sólida y duradera. Jugar en familia supone la necesidad de organizarse, y adquirir conciencia de aprender a construir juntos un clima de respeto y cooperación.

No hay que olvidar que el juego en la infancia es el aprendizaje de la vida de adulto.






No hay comentarios:

Publicar un comentario